Llegamos a este viernes
con las actividades cotidianas fluyendo a favor, especialmente en temas de
cambios, viajes, conexiones y asuntos familiares. Es un día para afinar el
instinto, traer al presente recuerdos útiles, anticipar lo que viene y, por qué
no, disfrutar de un sueño reparador o incluso revelador.
Por la noche, Luna
alcanzará su fase de Cuarto Creciente, marcando el inicio del período
más productivo del mes. Es el momento ideal para construir hábitos: si inicias
algo nuevo y lo sostienes con voluntad durante 21 días, ¡las
probabilidades de éxito se disparan!
Además, comenzamos a acumular una energía especialísima que alcanzará su punto máximo en Luna Llena. Esta energía potencia nuestra capacidad de concentración, permitiéndonos acceder a estados de conciencia en los que sentimos con claridad nuestra Naturaleza Divina. Eso sí, hay una condición: estos días antes del plenilunio, hay que evitar fugas energéticas en actividades que nos desgasten, sobre todo en lo social, el esparcimiento excesivo o el placer físico sin propósito.
De hecho, la práctica del celibato en ciertas tradiciones espirituales tenía este propósito, aunque con el tiempo se distorsionó, llevando a algunos a un descontrol de sus instintos. Esa energía nos será súper útil para vivir la experiencia que queremos vivir en el taller que voy a dictar el 12 de este mes, día del plenilunio, por WhatsApp en el cual viviremos una experiencia en la que intentaremos sentir la energía vital que somos.
Al caer la tarde, presta
atención: pueden surgir situaciones desafiantes, pero si las enfrentas con
buena actitud y espíritu de aventura, pueden convertirse en oportunidades
valiosas.
En la noche, Luna
seguirá brillando entre Júpiter y Marte, aunque ahora más cerca de este último.
¡Una imagen celestial digna de admirar!
✨ Namaste ✨
Susana Colucci
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