Los fines de semana de menguante son especiales para, según te lo permita tu horario de trabajo, darte un tiempo para ti, para descansar, salir a pasear en la naturaleza, relajar tu cuerpo y tu mente… para dejar de pensar y dedicarte a hacer lo que te gusta hacer, y si, aún no lo has hecho, para cerrar este ciclo, limpiando tus espacios, regalando lo que no usas o ya tiene demasiado tiempo contigo y analizar aquellos pensamientos que sabes que te cohíben o limitan, a fin de redefinirlos a favor.
Para depurar
tu organismo, desintoxicarte o tomar uno de esos baños laaaargos que ayudan a
dejar atrás todo lo que hay que soltar.
Si tienes jardín,
o un grupo de plantas que te hacen compañía, es momento ideal para hacerles un cariñito.
Un fin de
semana para tomar nota de lo sucedido, ya que seguimos en el proceso de
preparación de algo importante que nos ayudará a estar mejor, sino a finales de
este año, en el que viene.
El sábado el entusiasmo impregnará
el corazón de más de uno, y también las buenas intenciones. Podrás sentirte
enérgico, alegre y con ganas de actuar, pero recuerda descansar cada vez que el
cuerpo te lo pida.
El domingo se presenta con la
oportunidad de iniciar acuerdos, negociaciones, investigaciones, debates,
discursos y hacerlo a lo grande.
Se ve de conversaciones
determinadas, ideas para atreverse a actuar y noticias que causan alegrías.
Le toca el turno al amor de
hacerse presente en lo cotidiano. También tendremos la oportunidad de disfrutar
de la buena música, de gratas compañías, el arte y los placeres que nos ofrece
la vida.
Podremos sentirnos agradecidos ,y si
nos mantenemos dispuestos a cambiar el rumbo según no los vayan pidiendo las circunstancias,
veremos como obtenemos, de los que sucede, su mayor beneficio.
Susana Colucci