El viernes aparece como un día para disfrutar de
las actividades cotidianas, de la familia, los recuerdos y lo que tiene
que ver con cambios, romanticismo o comida. Pero Luna vuelve a callar por lo que mejor no realizar
actividades como deportes extremos o que impliquen riesgo sin tomar las debidas
precauciones. Es alto el riesgo de sufrir accidentes.
Se podrán formalizar situaciones y adquirir
compromisos. El día se ve propicio para
las reflexiones, para organizar actividades,
hacer tareas, jugar fútbol, competir
y para actuar desde la razón.
No conveniente, este 25, para lo que tiene que ver con tecnología,
electricidad o lo que se hace sin haberlo planeado adecuadamente. Posibilidad que tiemble, haga frío, haya
tormentas, la naturaleza asombre o tengas ideas locas, que no se ven del todo
mal si sabes llevarlas a cabo adecuadamente.
Tiempo de tomarte una tregua, en los casos en que
hayas conocido las consecuencias de peleas, discusiones, competencias de
velocidad, exámenes de sangre o cuestiones relativas a armas, objetos
cortantes, choques, caídas o lo que estaba caliente.
Aunque podrás disfrutar de momentos agradables
con fantasías, teatro, cine, fotografías, magia o espíritus, se ve difícil
lograr objetivos al respecto, por lo que deberás esforzarte un poco mas que
otras veces y, con lo que tenga que ver con navegación, el mar, medicinas o
farmacia se prudente. Atento con los
pies.
Encontrar lo perdido, ahondar en las situaciones,
meditar, desechar lo que no sirve, sacar a la superficie lo que te molesta,
repetir situaciones que te trajeron
resultados positivos (siempre que las condiciones sean similares), volver a
empezar o renovar lo que se ve o siente viejito se nota como una herramienta
útil para alcanzar el equilibrio.
Se mantiene la posibilidad que destaque un
religioso, haya un descubrimiento o una
declaración que esté cargada de sabiduría o seriedad.
Lo que se logre este día tendrá alta probabilidad
de ser duradero o estable en el tiempo aun cuando haya que irlo cambiando para
adaptarse a las circunstancias.
La clave: Saber que todo se transforma.
Es uno de esos días especiales en los que el
destino confabula para unir lo que está separado temporalmente. Lo mejor será entonces estar preparado para
atajar las señales si estás esperando que te
toque.
El 2013 es el año para recuperar la inocencia,
esa que nos hace entender que somos Uno con la Divinidad. Un ejercicio apropiado para lograrlo,
es verlo todo como si fuera la primera vez que lo ves.
susana colucci
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