Se une Sol a las buenas noticias de este mes. Hacia el atardecer, entra
en Sagitario, inaugurando el período de los milagros. Una atmósfera renovadora
nos envuelve, invitándonos a mirar hacia el futuro con optimismo y una dosis de
aventura.
Los días pasan a ser Géminis. Se
prestan para las comunicaciones, las conversaciones, los acuerdos, las
negociaciones, las actividades literarias e intelectuales, las reflexiones, la
gestión de documentos, los traslados y el envío de encomiendas, tomando en
cuenta que hay que tener cuidado de no exagerar, caer en la quejadera ni hablar
o escribir de más. Y cuando tengas una
idea, antes de comunicarla verifica si no va más allá de lo que puedes manejar
en realidad además de asegurarte que sea realizable.
Con Sol en Sagitario toman
importancia los asuntos que tienen que ver con viajes, leyes, estudios
superiores, caballos, filosofía y teología. Son días para tomar en cuenta lo
inconveniente que puede ser tratar de forzar las situaciones para que ocurran a
destiempo, como si nuestra voluntad pudiera estar por encima de la de la
Divinidad, para un ejemplo basta imaginar qué sucedería si tratásemos de abrir
una crisálida antes que sea mariposa o una rosa cuando sólo es botón.
Durante el mes de Sagitario
estaremos montados en la cresta de la ola del biorritmo solar y permaneceremos
ahí hasta el día del Espíritu de la Navidad.
Durante el día conviene que te
mantengas enfocado. Estaremos viviendo la posibilidad de cerrar ciclos o tomar
decisiones importantes que te impulsarán hacia adelante. Mantén cuidado con tus
objetos de valor, es un momento propenso a pérdidas.
En lo cotidiano el día se ve parecido al miércoles. Conviene que te mantengas activo y que disfrutes cada momento.
El color azul, el incienso de sándalo y la música que te proyecta lejos.
Susana Colucci.